1. Selección de materia prima: sentar las bases para el brillo
Toda belleza comienza en la fuente. la producción de tejido de fibra de cobre y amoníaco En primer lugar, depende de la selección de materias primas de alta calidad. Normalmente, como materiales básicos se utilizan materias primas de celulosa natural, como por ejemplo borras de algodón de alta calidad, y estas materias primas tienen en sí mismas un cierto potencial de brillo. Mediante una selección y dosificación estrictas, se garantiza que cada fibra pueda contribuir al brillo del producto final.
2. Preparación de la solución de hilado
En el proceso de producción de tejido de fibra de cobre y amoníaco, la preparación de la solución de hilatura es un eslabón crucial. Este vínculo requiere una combinación de fórmula química precisa y tecnología de proceso avanzada. Las materias primas seleccionadas se disuelven en una solución concentrada de amoníaco de hidróxido de cobre o sal de cobre alcalina, y se forma una solución de hilatura uniforme después de una serie de reacciones químicas y procesos físicos complejos. La calidad de la solución de hilatura determina directamente el brillo y el rendimiento de la fibra posterior. Por tanto, el control de cada parámetro debe tener una precisión milimétrica.
3. Formación y posprocesamiento de fibras: dar forma y mejorar el brillo.
Después de filtrar, desgasificar y otros procesos, la solución de hilatura se pulveriza en el baño de coagulación. En el baño de coagulación, las moléculas de celulosa en la solución de hilatura sufren cambios químicos para formar fibras primarias con cierta resistencia. En este punto, comienza a aparecer el brillo de la superficie de la fibra. Sin embargo, la mejora real del brillo aún depende de una serie de procesos posteriores de posprocesamiento.
Durante el proceso de posprocesamiento, la fibra de cupramoníaco se lavará y clasificará muchas veces para eliminar impurezas y residuos de la superficie. Al mismo tiempo, mediante una combinación de tratamiento químico específico y tratamiento mecánico, la microestructura de la superficie de la fibra se ajusta aún más para que pueda reflejar mejor la luz y presentar un brillo más suave y avanzado. En este proceso, el procesamiento de cada detalle es crucial, lo que determina la uniformidad, durabilidad y el efecto visual general del brillo del producto final.